Cómo abrir cerradura de armario
Cómo abrir cerradura de armario
Por años se han guardado objetos de valor bajo llave en lugares como baúles, cofres, almacenes y más recientemente en armarios; donde almacenamos nuestra ropa, papeles y prendas valiosas. Ya sea por seguridad, para evitar daño por exposición o porque posee un alto valor sentimental.
Pero qué sucede cuando, por alguna circunstancia, perdemos la llave y necesitamos acceder a algún objeto, documento guardado o simplemente realizar una acción muy cotidiana como la de vestirnos.
En esta ocasión, te daremos ciertas recomendaciones o tips de cómo abrir la cerradura de armario, para resolver esos problemas por extravío de llave o cualquier otra causa y evitar la sensación de desesperación. Puedes aplicar la de tu preferencia o la que crees que se adapte a tu situación, o simplemente realizar cada uno de los métodos hasta que logres la misión esperada, abrir la cerradura de armario.
Técnicas para abrir cerradura de armario
El primer paso para aplicar estas técnicas es llenarnos de paciencia porque se deben realizar varios intentos hasta lograr el objetivo, aunque si estás de suerte, puedes lograrlo a la primera.
Es importante recordar que si tenemos tiempo, podemos intentar conseguir la llave antes de aplicar cualquiera de estos métodos, si es el caso de que esté extraviada, o también probar con alguna llave de otro armario al que podamos tener acceso.
Mencionamos esto, porque en muchos casos las personas tienden a desesperarse, golpear las cerraduras o romper la puerta sin analizar por un instante las posibilidades. «Personas desesperadas actuando erradamente» es un problema con el que frecuentemente se enfrentan los cerrajeros.
Pero si no es posible ninguno de los casos anteriores, debes prepararte y buscar las herramientas para aplicar los siguientes métodos. Sigue los pasos correctamente y ya verás que será una tarea fácil.
Usando un clip
Sí, un simple clip para papel, de esos que tenemos en la oficina o que llevan los niños al colegio y que por ende, no faltan en casa. ¿Cómo usamos el clip?
- Debemos tener dos clips a la mano y desdoblarse, para que queden totalmente rectos.
- Al primero de ellos lo dejamos recto, el segundo clip lo doblamos por uno de los extremos hasta que quede en forma de L.
- Trabajaremos como si fueran ganzúas. Para comenzar la aplicación introducimos el primero de estos haciendo presión, mientras el segundo es introducido por encima del anterior con la parte doblada hacia arriba, la finalidad de este último es mover el sistema interior de la cerradura.
- Hay que hacer movimientos ascendentes y halar de vez en cuando, pero sin aplicar mucha fuerza. Todo esto hasta lograr mover el sistema, y cuando ocurra podrás acceder al interior del armario.
De igual forma, si no tenemos un clip podemos usar un pedazo de alambre que no sea muy delgado. Esta forma debe ser usada en cerraduras de armarios parecidas o iguales a las convencionales de las que encontramos en puertas de entrada al hogar, oficina, etc.
Usando una horquilla o gancho de pelo
Este método se aplica igualmente a las mismas cerraduras que las anteriores para mecanismos de cerraduras sencillas, aunque los más osados pueden aplicarlo en varios modelos de cerradura y lograr el objetivo. De igual manera, es un método muy sencillo
Tenemos dos maneras para resolver el problema:
- Introducir el gancho con las dos puntas en dirección al ojo de la cerradura.
- Una vez que nos topamos con el sistema debemos girar el gancho como si se tratara de manipular la llave. La mayoría de las cerraduras sencillas abren girando hacia la derecha.
- Si esto no funciona, podemos tomar el gancho y, de igual manera, como lo habíamos introducido la vez anterior (con las dos puntas hacia adelante), hacemos movimientos de lado a lado hasta lograr mover las pestañas y la cerradura abrirá.
- También podemos usar un gancho para colgar ropa, pero resaltando que es un método aplicable para sistemas sencillos. No podemos ser muy rudos y toscos pues lo que obtendremos es una cerradura dañada o trabada.
Usando un destornillador
Podemos ubicar, entre las herramientas, un destornillador; puede ser de estrella o estría, pero de preferencia uno de pala o paleta. Teniendo en cuenta que debe ser un destornillador pequeño que se ajuste a la cerradura.
- Ya en mano el destornillador, lo introducimos en el ojo de la cerradura y como se explica en el método anterior debemos girarlo como si se tratara de la llave hasta lograr abrir la cerradura.
- Si no logramos abrirla, también podemos mover el destornillador de lado a lado para mover el sistema que mantiene el pestillo en la posición cerrada.
Desarmando la cerradura
Otra manera de usar un destornillador es en aquellas cerraduras que se pueden desarmar. Esas son las cerraduras que contienen tornillos por la parte exterior, los tornillos podemos quitarlos con un destornillador que se ajuste al tipo de tornillos que fijan el mecanismo, y con mucha delicadeza extraer las partes para así liberar a la puerta de la acción de la cerradura.
Finalmente, se puede liberar la cerradura, obtener una llave nueva, y instalarla nuevamente en el armario para continuar usándola.
Usando un clavo largo doblado
Este truco es muy poco común pero aplica muy bien para los modelos clásicos de cerradura puesto que el doblez en el extremo del clavo se asemeja a la forma de la llave.
- Lo primero es ingresar el clavo doblado en el agujero de la llave.
- Llevarlo hasta el fondo de la cerradura y girar con firmeza como si de usar la llave se tratara. Esto mueve el mecanismo y libera el pestillo permitiendo abrir la puerta.
Lo mejor de este método es que el riesgo de romper la cerradura es mínimo. Además, la parte más difícil es doblar el clavo pero eso se logra intentando clavarlo en una superficie muy dura, una vez doblado se retira, o con un par de tenazas. Claro, el clavo a utilizar no puede ser de acero porque eso dificulta la tarea de doblarlo.
Es importante tomar en cuenta que se debe trabajar con cuidado para no lastimarnos, dañar la cerradura o finalmente al armario. Algunas de estas situaciones solo deben ocurrir como medida desesperada porque siempre hay una mejor opción. Además, si no te sientes totalmente capacitado, siempre tendrás la posibilidad de llamar a un cerrajero.
