Cómo abrir la puerta con una radiografía
¿Quién, en algún momento de su vida, no ha dejado las llaves dentro de casa, o las ha extraviado? Y si no hay nadie más en el hogar…terrible panorama, ¡Te quedas en la calle! A algunos les toca esperar afuera hasta que alguien aparezca. Pero cuando se vive solo o es un caso de emergencia, no vale la espera ¡Hay que resolver!
Cómo abrir la puerta con una radiografía
Lo bueno es que existen formas de entrar, quizás no las conozcas, pero existen. Algunas, puede que te sorprendan o te suenen un poco extrañas como la que usa una radiografía. ¿Cómo abrir la puerta con una radiografía?
Métodos o trucos para entrar en tu propia casa sin tener la llave hay muchos. Hoy hablaremos de uno que requiere un objeto inusual, hoy aprenderemos a abrir una puerta con una radiografía de un modo simple y sencillo de llevar a cabo.

Esta técnica aun cuando puede resultar extraña, es efectiva y, además, es utilizada por los mismos expertos. Capaz te preguntas, ¿por qué los profesionales ponen en uso este método? Lo que pasa es que la radiografía tiene sus ventajas:
- Por su flexibilidad, te permite llegar a espacios donde otras herramientas no pueden.
- No ocasiona riesgos para la seguridad de la cerradura, mucho menos para la puerta. A diferencia de otros métodos que resultan más violentos.
- No representa un peligro para quien la manipula.
Sin embargo, nada es perfecto y hay casos donde no podemos abrir la puerta con una radiografía. ¿Cómo saberlo?

Cómo saber si puedes abrir la puerta con una radiografía
El procedimiento va a depender de si la puerta involucrada permite el proceso, y es que las puertas que se pueden abrir con la radiografía son:
- Aquellas donde la llave no se encuentre por dentro y haya sido girada. Es decir, estar sin seguro.
Por otro lado, no se pueden abrir cuando:
- La puerta tiene seguro pasado, o si la cerradura se encuentra dañada.
Abriendo una puerta con una radiografía
Si conoces la técnica de la tarjeta, sabrás que utilizar la radiografía para abrir la puerta es como usar una tarjeta de crédito. Solo que la radiografía es mucho más flexible y puedes tener la longitud que requieras para el trabajo.
La dinámica de esta técnica es la siguiente:
- Introduces la lámina de la radiografía en el espacio que existe entre el marco y la puerta, aproximadamente a unos 20 centímetros bien sea, en la parte superior o por debajo de la cerradura.
- Asegúrate de que por lo menos la mitad de la lámina se encuentre ajustada en el espacio.
- Pasa la lámina con mucha fuerza y seguridad en dirección a la cerradura.
- La intención es pegar el pestillo o resbalón de la cerradura con la lámina. Es decir, sacarlo de cerradero, por lo que hay que hacer movimientos fuertes y precisos.
- Al hacer todos los procedimientos anteriores, termina por abrirse la puerta.
Es posible que no abra en el primer intento, pero no pasa nada, solo debes tener paciencia. Inténtalo todas las veces que sean necesarias hasta conseguir el objetivo. El truco de todo esto es mover la lámina con mucha presión y precisión.

Trucos para abrir puertas con radiografía
- Es recomendable colocar un poco de lubricante o aceite tres en uno, tanto en el marco y el pestillo como en la lámina para facilitar el deslizamiento de la radiografía. Si no alcanzas el pestillo con la punta del recipiente, puedes usar una pajilla o popote.
Recuerda no excederte, el exceso de lubricante puede complicar el procedimiento de esta técnica.
- Mientras más fuerza generes cuando deslices la lámina habrá más posibilidades de abrir la puerta. Pero ojo, ponte límites porque podrías romper la radiografía o dañarla de modo que sería imposible continuar usándola. Hay que aplicar fuerza, pero sin excesos.
- Para que el procedimiento sea más rápido, debes sacudir un poco la puerta mientras deslizas la lámina de arriba abajo.
Preferiblemente muévela hacia adentro y afuera para hacer espacio a la radiografía y evitar que el pestillo se pegue en los bordes del cerradero.
- Si intentas abrir una puerta de pomo, gíralo de un lado a otro para que el pestillo se sacuda y facilite la entrada de la radiografía al cerradero.
Claro, el movimiento del pomo debe realizarse en conjunto con el movimiento de la radiografía para que esta aproveche las sacudidas del pestillo y se inserte.
Consideraciones para abrir una cerradura con radiografía
De ser la primera vez que realizas este procedimiento te puede resultar un poco más complicado. Tómate el tiempo de practicar un par de veces y sigue las instrucciones a pie de letra.
- Tienes que ser precavido. Toma en cuenta que realizar esta técnica de manera brusca y descontrolada puede causar daños a la radiografía, más que a la puerta o a la cerradura.
Así que usa una radiografía vieja, que no vayas a necesitar en ningún momento, porque lo menos que puede ocurrirle es que se raye. Pero sobre todo no olvides mantener la calma, ten mucha paciencia y haz el trabajo de la manera correcta. Esto te permitirá resolver tu problema con la puerta en un abrir y cerrar de ojos sin causar ningún daño.
- Si después de tantos intentos y generar tanta fuerza, no logras el resultado que deseas, no pierdas la cabeza; respira y tómalo con calma. Siempre puedes llamar a un cerrajero, así que, de no poder lograrlo por tu cuenta, llamar a un profesional podría resolver tu problema de manera inmediata. }
Abrir puertas con radiografías es conveniente por
- Es una técnica que no produce ningún tipo de riesgos. Por lo que puedes sentirte seguro mientras la estás realizando.
- Son láminas flexibles y resistentes que pueden pasar por el ángulo de ciertas puertas.
- Debido a su flexibilidad alcanzan zonas que herramientas como, cuchillos, destornilladores, clip o alambres no pueden.
- Son fáciles de obtener.
- Son económicas y no representan un gasto adicional como una llave Allen, una bumping, etc.
- Es un método sencillo de aplicar.
Así que, si se te ha cerrado la puerta y no tienes llaves, no sigas esperando que alguien venga en tu auxilio. Busca una radiografía, úsala completa o córtala al tamaño y forma que requieras. Insértala en la ranura de la puerta, alcanza el pestillo y ¡manos a la obra!
No uses esta técnica en puertas y cerraduras que no sean de tu propiedad o al menos tengas la aprobación del propietario o propietaria. Es ilegal el realizar cualquier hurto, robo, o entrar en propiedad ajena por la fuerza o de forma indebida y puedes tener problemas con la justicia.
