Cómo abrir la puerta de mi cuarto
Cómo abrir la puerta de mi cuarto
¿Cómo abrir la puerta de mi cuarto si olvidé las llaves dentro? Es en este momento cuando buscamos informarnos y hallar soluciones sencillas y rápidas, ya que, en diversas circunstancias, un incidente de este tipo puede ser algo muy malo, o tal vez bueno, es decir; de todas las experiencias podemos sacar grandes aprendizajes.
Y, abrir la puerta de nuestro propio cuarto cuando se ha quedado cerrada es un recurso que nos permitirá aprender nuevas técnicas. Claro, debemos ser cuidadosos con nuestra seguridad, además de evitar, en lo posible, causar daños en la puerta y la cerradura que requieran un gasto adicional en reparaciones.

Tipos de puertas
Para saber cómo abrir una puerta es fundamental identificar ante qué puerta nos estamos enfrentando. Por ello es propicio conocer algunos tipos.
Existen infinidad de puertas que pueden utilizarse en áreas exteriores e interiores, como dormitorios. Sin embargo, podemos resaltar las más comunes, como son: las de madera; que también pueden estar en los hogares, comercios, y que ofrecen vistosidad y elegancia, pero no brindan una alta seguridad a los propietarios.
Por otro lado, encontraremos puertas con triple cerradura, las cuales están fabricadas con metales gruesos de alta resistencia ante golpes e impactos fuertes. En la actualidad, estas puertas son comunes para la entrada principal de las casas.
Y por último tenemos, en este grupo, puertas con cerraduras muy complejas apoyadas en un sistema con decenas o cientos de mecanismos y tecnologías que dificultan su apertura. Estos suelen ser sistemas muy coordinados, precisos y básicamente impenetrables.
En general, el tipo de puerta más común para dormitorios son las de madera. Así que, a continuación, te ofrecemos algunas opciones para abrir la puerta del cuarto:

Herramientas caseras
Para emplear este método, solo necesitamos usar objetos que se encuentran al alcance de nuestras manos, tales como: clips y horquillas.
Una vez tengamos alguno de estos materiales, lo introducimos en el ojo de la cerradura de la siguiente manera:
- Empujamos el objeto elegido (en caso del clip debe desarmarse y doblar de nuevo pero esta vez deben encontrarse las dos puntas) aplicando tensión, en la parte inferior del orificio de la llave.
- Por la zona superior del orificio (encima del objeto previamente introducido) metemos otro de los objetos, pero completamente desdoblado, como si fuera solo un trozo de alambre y lo movemos ligeramente hacia arriba, mientras presionamos hacia el interior con la pieza anterior.
Con un cuchillo de untar
Es un procedimiento sencillo que consiste en introducir el cuchillo por el ojo de la cerradura, presionar y girar, ¡así de sencillo! Aunque no funciona para todas las cerraduras, es ideal para los modelos de pomo sencillos.
Otra forma de usar esta herramienta para abrir la puerta es sacando el pestillo con la punta del cuchillo, donde la rigidez de este es un punto a favor. Para ello, solo se requiere colocar la hoja de la herramienta en cuestión en la ranura que hay entre la puerta y el marco, posar el cuchillo encima del pestillo e ir introduciéndolo en el orificio donde cae el pestillo o elemento que mantiene la puerta cerrada.
Por último, se mueve el pomo o manija como intentando abrir la puerta, para que el pestillo se mueva y se pueda sacar con mayor facilidad.
Utiliza una tarjeta de plástico o crédito
Esta técnica es bastante popular, aunque no es efectiva en puertas modernas con láminas que cubren el pestillo. No obstante, sí que funciona para los modelos con cerraduras simples y básicas.
El truco consiste en meter la tarjeta o plástico en el mismo espacio recomendado en el método del cuchillo. Resbalar el extremo largo de la tarjeta o plástico justo en medio del marco de la pared y la cerradura de la puerta; por arriba de la cerradura.
Es necesario realizar rápidos movimientos ascendentes y descendentes que permitan generar una inclinación por impulso de la tarjeta para que se sitúe detrás del pestillo de la cerradura.
Luego, muy lentamente, pero con firmeza empuja la tarjeta hacia tu cuerpo, mientras giras el pomo. La tarjeta se rodará en medio de uno de los lados del pestillo y el marco de la puerta, permitiendo así, retirarlo del hueco de reposo. La puerta cederá, siempre que conserves la tarjeta en medio del pestillo y el agujero.
Es importante resaltar que, si la puerta tiene el seguro pasado, es poco probable que el truco funcione. Para ello hay que utilizar un objeto más rígido y resistente que permita hacer una mejor palanca, como es el caso de la técnica del cuchillo antes mencionada.
Ejerce fuerza bruta contra la puerta
Esto sería, en cualquier caso, la última opción a considerar, ya que realizar esta acción puede generar daños físicos a quién lo ejecute. Pero, siempre se puede ejercer fuerza sobre la puerta y derribarla en situaciones de emergencia.
Solo se debe adoptar una postura sólida que consolide toda la fuerza bruta en una parte del cuerpo, por ejemplo, una pierna, y se procede a aplicar golpes moderados, sobre la puerta hasta que esta abra.
Otra parte del cuerpo en la que se puede soportar algo de fuerza es el hombro, pero puede ser muy doloroso. Para evitarlo, es una buena idea usar un cojín o almohada que reduzca el impacto.
Con una llave similar
Sí, se puede. Si extraviaste la llave de tu cuarto puedes abrir la puerta con una llave similar. No importa que no sea la llave de esa puerta buscas una de otro cuarto y puedes usarla. Claro, si existen varias opciones de llave, es mejor elegir la más parecida.
Lo siguiente es colocarla dentro de la cerradura, si no entra bien, se empuja con un martillo de goma o cualquier otro objeto. Lo siguiente es girarla de un lado a otro constantemente. En caso de no abrir, puedes usar unas tenazas para apoyarte.
Cuando se trata de abrir una puerta lo mejor es utilizar los métodos más sencillos y menos invasivos, que no causen daños, ya que una puerta rota implica un gasto.
Y recuerda no cometas ninguna acción ilegal pues la justicia caerá sobre ti.
