Cómo abrir una cerradura de puerta corrediza
Si ha perdido las llaves de su cerradura de puerta corrediza o la cerradura está atascada, puede intentar abrir la cerradura usted mismo antes de llamar a un cerrajero. A continuación, le mostramos algunos métodos que pueden funcionar para abrir una cerradura de puerta corrediza.

📝 Cómo abrir una cerradura de puerta corrediza
El diseño interno y externo de los espacios indica los modelos de puertas más conveniente para cada uno de ellos. Por supuesto, también el gusto y deseo de los dueños tiene mucho que ver.
Por ejemplo, las puertas corredizas de vidrio se usan en balcones y salidas hacia jardines internos y externos para resaltar la vista en estos espacios. Es una forma de exaltar la convivencia con la naturaleza y relacionar un área con otra. Pero aún así, cada espacio tiene su propia seguridad; y esta se manifiesta en la cerradura que resguarda cada acceso.
Claro, hay un inconveniente con esto, esas puertas están expuestas a factores ambientales y por tal motivo las cerraduras corren riesgo de oxidarse y trabarse, principalmente cuando no reciben el adecuado mantenimiento.
No obstante, las ocupaciones diarias nos absorben y se nos escapan esos detalles así que no reaccionamos hasta que ocurre lo menos deseado y la puerta no abre, entonces, cómo abrir una cerradura de puerta corrediza.
Cerraduras para puertas corredizas
Como hemos dicho anteriormente, las puertas corredizas se usan en espacios internos, o al menos dentro de una misma propiedad y pocas veces tienen acceso hacia la puerta principal. Es por ello que el nivel de seguridad de una cerradura de puerta corrediza no es muy elevado. Al menos no en los modelos convencionales.
Aún así, cuando las puertas corredizas se traban, por oxido u otro factor, sí que puede ser difíciles de abrir. Así que en estos casos tenemos que recurrir a acciones concretas para abrirlas, acciones que dependen de la causa de la falla.
A continuación te mostramos algunas soluciones:
Método 1: Usar una tarjeta de crédito
Este método funciona mejor en cerraduras más antiguas. Dobla una tarjeta de crédito o similar en forma de «V» y deslízala entre la puerta y el marco, justo encima de la cerradura. Luego, inclina la tarjeta hacia la cerradura y gira el pomo de la puerta al mismo tiempo. Si la cerradura se abre, habrá resuelto su problema.
Método 2: Usar una lima de uñas
Este método puede funcionar en cerraduras más nuevas. Dobla una lima de uñas en forma de «L» y deslízala en la cerradura. Luego, mueve la lima de uñas hacia arriba y hacia abajo, mientras giras el pomo de la puerta al mismo tiempo. Si la cerradura se abre, habrás logrado abrir la puerta.
Método 3: Usar una herramienta de tensión y una ganzúa
Este método requiere un poco más de habilidad y puede llevar algo de tiempo. Necesitarás una herramienta de tensión y una ganzúa. La herramienta de tensión se usa para aplicar presión en el cilindro de la cerradura, mientras que la ganzúa se usa para manipular los pernos dentro de la cerradura.
Desliza la herramienta de tensión en la cerradura y aplícale presión en la dirección en la que giras el pomo de la puerta. Luego, desliza la ganzúa en la cerradura y comienza a manipular los pernos dentro de la cerradura. Continúa aplicando presión con la herramienta de tensión mientras manipulas los pernos con la ganzúa. Si lo haces bien, la cerradura se abrirá.
Método 4: Llamar a un cerrajero
Si ninguno de estos métodos funciona, es hora de llamar a un cerrajero profesional. Un cerrajero puede usar herramientas especializadas para abrir la cerradura sin dañarla.
Usando un cuchillo
La mayoría de las cerradura para puertas corredizas poseen un gancho como sistema para asegurar la puerta. Aprovecharemos esta vulnerabilidad.
- Usaremos un cuchillo, el cual debe ser rígido y no muy grande y comenzaremos ubicando este gancho o pestillo.
- Posteriormente introduciremos el cuchillo en la rendija que nos permite acceder al pestillo, colocaremos el cuchillo por debajo de gancho y aplicando fuerza haremos un movimiento ascendente, buscando que el gancho se levante y así libere la puerta.
Este método también puede ser implementado con un destornillador o alguna herramienta larga que pueda ser utilizada bajo la misma aplicación para lograr el mismo fin.
Usando una percha
Para este caso solo necesitaremos una percha de ropa, como se dijo en el método anterior la mayoría de las cerraduras para puertas corredizas cuentan con un gancho para asegurarse al marco o cerrar la puerta, así que aprovecharemos la percha para sacarlo.
- Necesitaremos una percha de alambre, a esta le apretaremos un poco la parte curva por donde se engancha o guinda, para usarla como gancho.
- Ahora ubicamos la posición del pestillo o gancho, e introducimos el gancho de la percha para jalar el pestillo, utilizando la fuerza suficiente para poder lograrlo. Si en los primeros intentos no lo hemos logrado, podemos apretar o cerrar más el gancho que nos proporciona la percha.

Si el material con el que está fabricado la percha, es poco resistente y se dobla al aplicar fuerza e intentar jalar el pestillo, podemos sustituirlo con un alambre más resistente, realizando un gancho similar al que nos proporciona la percha y aplicando el mismo procedimiento.
Quitando los tornillos
Algunas cerraduras de puertas corredizas tienen visibles tornillos los cuales se encargan de encajar sus piezas o de encajar la cerradura en la puerta. Este es un aspecto de la cerradura que podemos aprovechar para sacar ventaja.
- Obtenemos un destornillador acorde a las características del tornillo o tornillos que debemos desajustar.
- Para comenzar, ubicaremos la posición de todos los tornillos que debamos sacar, para luego comenzar a extraerlos uno a uno, sin importar el orden que tengan, lo importante es sacarlos todos.
Existen cerraduras que presentan tornillos en los bordes y hay otro tipo de cerraduras que tienen un tornillo en el centro de la manija para desbloquearla.
Una vez tengamos fuera todos los tornillos, lo que debemos hacer es estudiar el sistema interior de la cerradura. Utilizando el destornillador o una herramienta larga podemos mover el sistema interior y desactivarlo, o podemos desajustar la cerradura para que saque el pestillo o gancho que mantiene la puerta cerrada.
Usando un taladro
Existen algunas cerraduras para puertas corredizas que poseen un sistema de llaves. Así que si este es tu caso y estás en una emergencia y lo fundamental es acceder al interior sin importar si tienes que dañar la cerradura, entonces, podemos utilizar un taladro.
Es fundamental que tengas en cuenta que luego de este procedimiento debes cambiarla si necesitas mantener la seguridad del recinto.
Aparte de un taladro, necesitaremos una broca; esta no debe ser muy fina, pero a la vez tampoco es necesaria una broca muy gruesa.
- Necesitamos perforar el centro del ojo de la cerradura. Por esta razón, la broca que elijamos también debe estar fabricada de un material resistente. Además, necesitaremos un destornillador de punta plana o una herramienta similar.
- Colocamos la broca en el taladro y con mucha precaución perforaremos exactamente en el centro del ojo de la cerradura.
- Si sentimos que la broca se traba, debemos sacarla y volver a introducirla, pues esta podría quebrarse.
- Taladraremos a la mayor profundidad posible o hasta el largo que nos proporcione la broca.
En algunas cerraduras frágiles es posible que se quiebre el cilindro de la cerradura y salga de manera sencilla. En el caso de que no sea así, implementaremos el destornillador de punta plana, y lo introduciremos por el orificio que hemos taladrado e intentaremos desbloquear el sistema interno para que nos permita abrir la puerta.
Cómo Abrir una Puerta Corrediza de Vidrio: Consejos y Pasos a Seguir
Las puertas corredizas de vidrio son una adición elegante y moderna a cualquier hogar o negocio. A menudo se utilizan en patios, terrazas, balcones y espacios exteriores para aprovechar al máximo la luz natural y las vistas panorámicas. Sin embargo, es posible que algunas personas se sientan confundidas acerca de cómo abrir correctamente estas puertas sin causar daño a la estructura o al vidrio.

Te guiaremos a través de los pasos necesarios para abrir una puerta corrediza de vidrio de manera segura y efectiva.
¿Qué Necesitas Antes de Empezar?
Antes de comenzar a abrir la puerta corrediza de vidrio, hay algunas cosas que debes tener a mano:
- Un par de guantes de trabajo para proteger tus manos
- Un paño suave y limpio para limpiar la puerta y evitar rayones
- Lubricante en aerosol para asegurarte de que la puerta se deslice suavemente
- Una llave Allen para ajustar los tornillos si es necesario
🔐 Pasos para Abrir una Puerta Corrediza de Vidrio
Sigue estos pasos para abrir correctamente una puerta corrediza de vidrio:
Paso 1: Verifica si la Puerta Está Bloqueada
Antes de intentar abrir la puerta corrediza de vidrio, asegúrate de que no esté bloqueada. Si la puerta ha sido bloqueada desde el interior o el exterior, tendrás que desbloquearla primero antes de poder abrirla.
Paso 2: Verifica el Estado de los Tornillos y Bisagras
Comprueba los tornillos y las bisagras para asegurarte de que estén bien ajustados y no estén sueltos. Si los tornillos están flojos, apriétalos con una llave Allen para evitar que la puerta se desplace de su lugar.
Paso 3: Limpia la Puerta Corrediza de Vidrio
Usa un paño suave y limpio para limpiar la puerta corrediza de vidrio antes de intentar abrirla. Esto evitará rayones y manchas en la superficie del vidrio.
Paso 4: Aplica Lubricante en Aerosol
Para asegurarte de que la puerta corrediza de vidrio se deslice suavemente, rocía un lubricante en aerosol en las pistas y rieles de la puerta. Esto reducirá la fricción y facilitará el movimiento de la puerta.
Paso 5: Abre la Puerta Corrediza de Vidrio
Con los dedos o las manos protegidas con guantes de trabajo, agarra la puerta corrediza de vidrio por el borde y muévela suavemente hacia un lado para abrirla. Si la puerta se desliza suavemente y no se atasca, continúa moviéndola hasta que esté completamente abierta. Si la puerta se atasca o no se desliza suavemente, revisa los pasos anteriores para asegurarte de que no haya nada obstruyendo su movimiento.
