Cómo abrir una cerradura Yale sin llave

Manual Cerrajero
Manual Cerrajero

¿Cómo abrir una cerradura Yale sin llave?

Las cerraduras Yale poseen un mecanismo de protección y seguridad característica, no obstante no se convierten en la excepción en cuanto a la manipulación, volviéndose otro tipo de cerradura capaz de ser abierta sin la necesidad de las llaves y tampoco mucha habilidad, siempre y cuando se usen las herramientas correctas.

Siendo así, además de brindarte la protección que necesitas, también sabrás que estas cerraduras son compatibles con distintos métodos conocidos de apertura, los cuales son importantes tenerlos muy presentes ya que podrás contar con ellos a la hora de algún apuro o simplemente solucionar algún problema casual de la vida cotidiana. 
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Opciones para abrir una cerradura Yale sin llave

Antes que nada, lo primero que debes visualizar es el tipo de cerradura Yale que se ha de manipular para poder ejecutar el método correcto, buscar las herramientas necesarias y lo más importante, no causar o agrandar el daño, peor aún, hacer que la cerradura quede inservible. Cada acción cuenta y los pasos deben ser exactos. 

El método bumping es una técnica muy usada porque es sencilla, rápida y su práctica depende del tipo de cerradura que nos topemos. Consiste en introducir una llave bumping, característico porque a pesar de que encaje, no son capaces de abrir la cerradura por sí solas, así que también necesitarás la ayuda de un martillo (si es bumping, mejor).

Deberás accionar esta técnica golpeando la llave con el martillo usando la fuerza necesaria para lograr abrir todos los pistones. Para evitar otro accidente, toma en cuenta de que no se trata de emplear golpes bruscos. Inténtalo las veces que sea necesario hasta que tengas éxito, la clave es mantener el equilibrio y ser paciente. 

Podemos toparnos con el caso de que la manilla nos obstruya un poco el espacio que disponemos para golpear la llave y emplear más fácil el método bumping, ya sea por ser muy grande o sobresalga, para ello podemos contar con la ayuda de la manija de extensión, la cual está especializada para solventarlos con esta complicación. 

Es sencillo, solo debes encajarlo con la llave bumping y continuar o empezar con el método. Esta extensión, además de frenar el golpe con más facilidad, también nos permite controlar la dirección del golpe, haciendo que el impacto sea ejecutado con más precisión y por ende enfocarnos en el golpe y la rotación, esto nos agilizará el trabajo.

Técnicas sencillas para lograr abrir una cerradura Yale sin llaves

Mientras más métodos que no requieran de la fuerza bruta agotemos, más posibilidades se tendrá de mantener una cerradura intacta y que no sea necesario invertir en una nueva por los daños ocasionados. Para lograr una apertura limpia pondremos en práctica nuestra paciencia y basarnos en que hay que finalizar con un trabajo bien hecho.

Las llaves “Allen” son un ayudante perfecto ante estos accidentes, por eso nunca deberían faltar en el hogar, oficio o cerca del escenario en el que nos encontremos. Estas herramientas son fabricadas con materiales de alta calidad, son duraderos, resistentes y con los encontrarás de distintos tamaños, así podrán realizar un trabajo exitoso.

Estas piezas se distinguen por su reconocible forma en “L”. El extremo más largo debe introducirse en el agujero de la manija (deberás probar uno por uno hasta encontrar el tamaño adecuado), luego procedes a realizar movimientos hasta sentir un enganche, en ese momento tendrás que realizar un giro sencillo con la llave y lograrás abrirla. 

Teniendo en cuenta esto, las agujas de apertura usan una técnica similar a la anterior, solo que en este caso es efectivo para cerraduras más pequeñas. Consta de una aguja pequeña, eficiente y casi indestructible que podrás encontrar de distintos diámetros. Este pequeño mecanismo trabaja térmicamente, con mango curvo, lubricado y pulido.

Métodos avanzados para abrir una cerradura Yale sin llave

En ocasiones tenemos que emplear métodos un poco más forzados para abrir las cerraduras Yale. Quita-Mirilla es una herramienta de alta calidad que permite abrir puertas no cerradas bajo llave, es decir, para aquellas que tienen la función de autocierre y su apertura sea mediante la manilla interior. Es simple y sin causar ningún tipo de daño. 

Primero se debe ajustar el largo de la leva a la distancia existente entre la mirilla y la manilla (el modo de ajuste es una parte muy importante porque de lo contrario, no funcionará). Pasada por el agujero de la mirilla, la leva se baja y se coloca arriba de la manilla. Empujando la leva desde afuera, la manilla actúa abriendo la puerta.

Esta también permite remover mirillas muy en cuestión de minutos. Solo debes insertar la herramienta en un taladro o atornillador eléctrico y haciendo apoyo con suficiente presión en la mirilla “desatornillar la”. Aunque también el uso del taladro puede ser efectivo para lograr intentar otra técnica de apertura.

Se puede lograr una apertura en la zona superior del cilindro de manera que quede expuesta el mecanismo de la cerradura, de hecho no causará muchos daños en el cilindro ni en la cerradura. De esta manera podemos levantar el puente con la ayuda de un destornillador fino o el de un alambre, y con otro procedemos a correr el pasador.

Otro uso del taladro sería perforar teniendo en cuenta que éste sería el último recurso a recurrir, ya que se toma el riesgo de destruir casi completamente todo el mecanismo de seguridad de la cerradura. Un punto importante es asegurarte de que otros mecanismos hayan fallado y agotar cada uno de ellos.

Aclarado y aceptado el riesgo, a continuación se procederá a examinar la cerradura, encontrar una broca que coincida con ella (o un poco más pequeña) y seguido de ello iniciarás con el proceso. Si se te es complicado encontrar el logro correcto, puedes ayudarle con una plantilla o crear tu propio guía golpeando con un martillo.   

Las cerraduras Yale siguen y seguirán  aportándonos la seguridad que evidentemente no puede faltar en ningún ambiente sin embargo y, lastimosamente, no se escapan de ser víctimas de las técnicas de manipulación que día tras día avanzan y por consecuencia, en cualquier momento poder ser abiertas con facilidad o peor aún, dañarlas.

Sin poner en riesgo tu seguridad, lo recomendable es mantener el estado de tu cerradura aplicando lubricantes cada cierto tiempo, no dejar que se oxide y tampoco que se deteriore. Algo poco común pero beneficioso es llamar a un cerrajero algún tiempo y que lo chequee por si en cualquier momento debas cambiarlo, sepas prevenir.