Cómo abrir una chapa de recámara

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Cómo abrir una chapa de recámara

Las recámaras son nuestros lugares sagrados, en donde guardamos los objetos personales. Por eso las chapas que instalamos allí, son más para mantener la privacidad, aunque, la seguridad también es una prioridad y una necesidad en partes iguales.

En ocasiones, por algún olvido o un incidente, no podemos acceder a nuestra habitación, y es en ese momento que nos preguntamos ¿cómo abrir una chapa de recámara?

Es por ello que este artículo está dedicado, en exclusividad, a mostrarte unos métodos sencillos que te permitirán abrir la chapa de tu recámara por tu cuenta.

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Identifica el modelo de chapa que tienes en la recámara

Por lo general, en las recámaras se instalan chapas del tipo botón pulsador o giratorio, que se podría decir son las más comunes, pero, sí es verdad que también es normal encontrarse con chapas con apertura de llave, igual de populares.

Este detalle es importante, porque ilustrará el método más idóneo para aplicar. Como sabrás, el mecanismo de funcionamiento es parecido, pero no exacto al de los demás, y cada uno cuenta con una técnica que permitirá la apertura, que es lo que se quiere ¿no?

Pues bien, presta atención a cada detalle. Sigue los pasos que te indicamos y verás cómo los resultados serán exitosos, y accederás de inmediato a tu recámara. No es tan difícil, solo necesitas paciencia y contar con las herramientas necesarias.

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Métodos que abren chapas de recámaras

  • Ganzúas con objetos de uso doméstico

Para estos casos la cuestión es sencilla, la técnica de la ganzúa se aplicará en el orificio donde la chapa se abre en un escenario normal, con llave. Es decir, que solo puedes hacerlo si observas que tiene una grieta en el centro.

También está la ventaja de que si, por casualidad, la chapa tiene el mecanismo de seguro pasado, este método podrá desbloquearlo.

Utiliza objetos que sean de acceso fácil, tales como: gancho de cabello, clip, alambre o la navaja de un cortaúñas, que sea ultra fino y no muy ancho. Las características de las herramientas es importante cumplirlas para que pueda penetrar hasta el fondo de la chapa.

Si te decantas por alguno de los materiales amoldable, solo debes darle una forma estirada, lisa y plana, lo suficientemente largo, por lo que ya se explicó. Así será la ganzúa, pero también necesitarás una llave de tensión.

Para hacerla, realizas el mismo proceso anterior, solo que curvarás un extremo como si se tratara de una letra L. Es para que ejerza presión y frene la penetración innecesaria.

Es esta herramienta la que introducirás de primero, por la ranura central. Una vez lo hagas, ocúpate de dejarla alojada justo en la parte superior de la chapa. Allí lo que ocurrirá es que las piezas internas no se moverán y mantendrán una tensión necesaria.

Luego, insertas la ganzúa, que previamente elaboraste, por debajo de la llave de tensión. Hazlo bien pegado al final de la chapa, porque de esta manera será sencillo el levante de los pistones que mantienen el bloqueo de seguridad.

En chapas de recámaras los pistones son pocos. Cuando ya los tengas listos, y estés al final de la chapa, lo dejas allí para retomar el trabajo, pero con la llave de tensión, la cual hará el trabajo de la llave original.

Por tanto, imagina que esa herramienta es tu llave usual, y la giras, primero hacia la izquierda, para hacerlo de inmediato hacia la derecha. Así hasta que abra. No lleva mucho tiempo ni intentos.

  • Método palanca con plástico

Para implementar el método palanca con plástico, este debe presentar una contextura dura pero flexible. Se puede usar el plástico de una botella, una tarjeta o una radiografía que ya no necesites.

La técnica solo se aplica si la chapa no tiene el seguro echado, es decir, si se te trabó por un motivo que desconoces, por ejemplo. El método palanca es tu mejor opción porque no requiere de la pericia propia de un profesional.

Para comenzar, se introduce el plástico en cuestión por la línea de visión que existe entre la puerta y el marco. De arriba hacia abajo para comenzar un deslice que te lleve hasta la chapa.

Cuando llegues allí, el objetivo será el resbalón; ese que se encuentra haciendo un encaje perfecto entre la chapa y el marco de la puerta. Como sabrás, la pieza de metal tiene movimiento libre.

Entonces, con el plástico recoges el resbalón para llevarlo a su sitio de origen, la chapa. Cuando lo hagas gira el pomo y empuja la puerta con tu cuerpo, la labor tiene que ser sincronizada y verás los resultados inmediatos.

  • Otras herramientas que son útiles

Cuando se trabaja en proyectos de este tipo, la creatividad y el sentido común aportan ideas que suman habilidades a ejecutar para tener éxito en lo que se está haciendo. Es así como se pueden hacer grandes cosas con herramientas y objetos.

Destornillador, alicate o una percha son algunas. Si estás interesado en abrir una chapa de botón, no busques más, alguna de las que te mencionamos en este artículo te ayudarán con la apertura.

En este caso, debes saber que es casi seguro que la chapa quede irremediablemente inutilizable, por lo cual deba ser reemplazada por una nueva.

La clave, se encuentra en el botón central de la chapa. Buscar extraerlo con ayuda del alicate, torciendo y halando para luego penetrar en el espacio que quedará vacío con el destornillador y hacer movimientos por todo el interior.

Si observas que el destornillador gira y gira sin sentido, y no pasa nada, es porque es muy grande e impide que llegue hasta el final. Encuentra uno que sea más fino y quede perfecto con el sistema.

Lo que tiene que suceder es que, con un par de giros como mínimo, la puerta pueda abrir. Antes escucharás los clics característicos de una apertura.