Cómo abrir una puerta cerrada por dentro
Cómo abrir una puerta cerrada por dentro
¡La puerta! Esta de seguro es tu expresión cuando acabas de salir de una habitación y cuando has querido volver a entrar la puerta está trancada, impidiéndote definitivamente volver a pasar.
¡No desesperes, ni intentes derribarla! Prueba primero con las recomendaciones de cómo abrir una puerta cerrada por dentro que te traemos a continuación, con las que podrás resolver este problema en menos de lo que te imaginas.
Busca la llave
La paciencia será el factor fundamental para resolver este problema por lo que nos llenaremos de ella para continuar. La forma simple de solucionarlo es abriendo la puerta con la llave. Y sí, quizás suene estúpido mencionarlo, pero si estamos algo angustiados por la situación, puede que lo olvidemos, por lo que no está de más recordarlo.

Ahora debemos usar nuestra memoria y buscar la llave si es que tenemos una disponible fuera del cuarto. En caso de que no sea esto posible debemos continuar con la siguiente técnica.
Usa una tarjeta de crédito
Ahora podemos empezar a utilizar objetos que tengamos a la disposición. Uno de esos objetos, y una las técnicas más usadas es la de la tarjeta de crédito; aunque no necesariamente debe ser una tarjeta de este tipo (si tenemos a la disposición una tarjeta vieja será la mejor elección), con una tarjeta plástica resistente y flexible que nos permita forzar el pestillo, podemos lograrlo.
Y ya que lo mencionamos, el pestillo es una pieza metálica que sobresale de la cerradura. Se incrusta en el cerradero ubicado en el marco de la puerta, fijándose en ella. De manera que mantiene la puerta cerrada.
- Es recomendable, para un buen desempeño, introducir la tarjeta entre la puerta y el marco a unos centímetros por encima de la cerradura. Esto es en búsqueda del pestillo, unos 8 centímetros de diferencia entre la tarjeta y la ubicación de la cerradura serán suficientes.
- Teniendo la tarjeta colocada haremos presión, realizando un movimiento descendente hasta topar con pestillo.
- Cuando tengamos ubicado al pestillo, aumentamos la presión e inclinamos la tarjeta hacia la cerradura. Esto es conocido como movimiento de palanca; este movimiento logrará separar el pestillo y poder abrir la puerta.
Si los primeros intentos han fracasado, haremos lo siguiente: al realizar el movimiento de palanca, empujaremos la puerta con nuestras piernas y ayudaremos aún más haciendo un giro al pomo hacia su posición de abierto.
Usando una botella de gaseosa
Es parecida la aplicación de esta técnica a la anterior, solo que el plástico de una botella de gaseosa tiende a deslizarse con menos fricción. Por lo que necesitaremos una botella de gaseosa (aunque de no conseguir una podemos usar cualquier botella similar) y una tijera.
Primero acondicionamos nuestra herramienta de trabajo, por lo que cortamos un pedazo de la botella de forma triangular. El tamaño queda a nuestra elección, como nos sintamos más cómodos al manipularla, aunque si debe tratarse de un pedazo de plástico grande.
- A continuación vendrá el paso de introducir nuestra herramienta. Para facilitar la labor, con el pedazo de botella en manos, introducimos la punta triangular por la pestaña vertical de la puerta, este es el espacio que se encuentra entre puerta y marco, moviendo el plástico hacia abajo.
- Tropezamos contra el pestillo y aumentamos de manera considerable la presión mientras sacamos y metemos el pedazo de botella, este movimiento ayuda a mover el pestillo y la puerta abrirá.
Igual podemos empujar con nuestro cuerpo la puerta y mover el pomo mientras introducimos el pedazo de botella, como se ha explicado en la técnica anterior.
Usando un cuchillo
Otra técnica que podemos aplicar consiste en utilizar un cuchillo de cocina, sigue siendo parecida a las anteriores y funciona igual. Debe tratarse de un cuchillo resistente que no pueda romperse al aplicársele presión, además de que se pueda introducir por la pestaña de la puerta para mover el resbalón.

En realidad se puede usar cualquier cubierto de cocina que cumpla con estas características, aunque se recomienda un cuchillo, pues puede sacarse provecho a su parte filosa.
- Tomaremos el cuchillo con la punta hacia adelante, introduciendolo por la pestaña de la puerta.
- Haremos presión directa en el pestillo, buscando que el cuchillo mueva a pestillo.
- En el momento que el cuchillo mueva al pestillo, realizaremos el movimiento de palanca, recordando que debemos inclinar en cuchillo de forma contraria, hacia la cerradura, logrando, de esta manera, desactivar el mecanismo y poder abrir la puerta.
Usando ganchos para el cabello
Los ganchos para el cabello son muy usados por las mujeres como implemento de belleza. Son unos objetos de metal doblado con puntas plásticas que se usan para recoger el cabello.
- Lo principal es acondicionar el gancho; tomamos una pinza y presionamos las puntas plásticas que contienen los ganchos y las eliminaremos porque se pueden quedar dentro de la cerradura y dañarla. Si estas se resisten, podemos calentarlas un poco y luego volver a trabajar con la pinza.
- Con el gancho listo para usar, lo introducimos con las puntas hacia adelante por el ojo de la cerradura, a la mayor profundidad posible
- Ahora tomaremos el pomo con la otra mano y lo giraremos conjuntamente con el gancho para el cabello. De esta forma lograremos forzar el mecanismo interno para que desactive el seguro.
Resaltamos que esta técnica solo resulta para cerraduras de pomo simple.
Usando un destornillador
Esta técnica para abrir una puerta cerrada por dentro es muy parecida a la anterior. Además de que da resultado solo en cerraduras de pomo simple. En caso contrario no debemos tomarnos la molestia si quiera de intentarlo.
Para empezar a aplicarlo será necesario un destornillador de punta plana o de pala. Este destornillador debe ser lo suficientemente fino para que pueda entrar por el ojo de la cerradura, también debe ser resistente que no se quiebre con la fuerza que se le debe aplicar.
La técnica es sencilla:
- Introducimos la punta del destornillador por el ojo de la cerradura, para luego girar el pomo.
- Al mismo momento debemos girar el destornillador. Y, finalmente, la puerta abrirá.
