Cómo abrir una puerta con cerradura dañada
Cómo abrir una puerta con cerradura dañada
Cuando de seguridad se trata, solemos pensar en un candado o cerradura para lo que deseamos resguardar. Sin embargo, en ocasiones utilizamos elementos viejos que consideramos aún con vida u otros que estén a bajo costo en el mercado, con esto último no queremos determinar que lo costoso es lo ideal, pero a veces “lo barato nos cuesta caro”.
Los problemas que se nos pueden presentar con nuestras puertas son diversos, puede depender de varios factores aunque generando siempre un mal funcionamiento. Pero ¿Qué hacer si la cerradura está dañada?
Sabes ¿Cómo abrir una puerta con cerradura dañada? O ¿Sabrías qué hacer si se llegara a dañar la cerradura de tu puerta? Sigue leyendo que en este artículo te contamos algunas técnicas para abrir tu puerta.

Lubricando la cerradura
Si la cerradura de la puerta se dañó porque al introducir la llave notas que no gira, esto puede deberse a falta de lubricación en el mecanismo interno. Eso significa que la cerradura no está del todo dañada porque con lubricar el mecanismo será suficiente para abrir la puerta.
Lo ideal es utilizar polvo de grafito o algún lubricante para cerraduras en spray. Aunque si estás en un verdadero apuro, puedes humedecer un pedacito de algodón con aceite multiusos o del tipo 3 en 1, y exprímelo en el orificio de entrada de la cerradura. Aplica tanto lubricante como creas necesario, eso lubricará el mecanismo interno permitiendo que la llave gire adecuadamente.
Es importante resaltar que si usaste el lubricante de aceite es probable que la cerradura se dañe nuevamente, porque este tipo de lubricantes tiende a mantener la suciedad interna de manera que el polvo y la grasa forman grumos que pueden endurecerse y trancar nuevamente la cerradura impidiendo que la llave gire.
Lo ideal, en este caso, es desarmar la cerradura, limpiarla y aplicar lubricante en polvo.
Retirar cualquier objeto del mecanismo
A veces las cerraduras se dañan porque se les queda algo en el interior. Puede ser un objeto que ha sido insertado posiblemente por un malhechor o porque se partió una llave dentro. Así que debes revisar con detenimiento el cilindro. Puedes hacerlo con una lupa y una linterna, o usando la cámara del Smartphone con el flash activo.
Y si definitivamente hay algo dentro, consigue un alfiler o alguna pinza delgada que te ayude a retirar lo que obstruye el paso de la llave. De esta manera, despejarás el camino de la llave y podrás introducirla sin problemas.
Pero si por el contrario la llave se quedó atascada por completo dentro de la cerradura y no acciona, trata de darle tirones suaves y precisos. Puedes tomar una pinzas o tenazas y hala la llave hacia a ti. Si no funciona realiza pequeños movimientos giratorios y hala. Sin hacer excesiva fuerza ni presionar mucho la llave porque se podría partir.
Reajustar el pestillo
Es posible que se haya dañado el pestillo de la cerradura o que simplemente haya dejado de funcionar. La causa puede ser un desajuste o desplazamiento que normalmente se genera por el constante uso de la puerta, debido a los golpes y tirones que recibe a diario en cada abrir y cerrar. También puede deberse a que las bisagras están deterioradas o con tornillos flojos.

- En este caso, para abrir la puerta es necesario forzar un poco el pestillo, preferiblemente con un destornillador de pala fino. La idea es ingresar el destornillador lo más que puedas dentro del cerradero.
- Lo siguiente es hacer palanca con el destornillador para que el pestillo salga del marco y se inserte en la cerradura.
- Si durante el proceso notas que realmente el pestillo tiene una inclinación, puedes intentar levantar o empujar la puerta para que el pestillo se nivele y logres abrirla.
Una vez abierta la puerta, la falla puede solucionarse ajustando los tornillos de las bisagras y los de la misma cerradura si es que se trata de un modelo de barra ajustado con tornillos. También hay que reajustar la placa que está en el marco de la puerta, de esta manera, puede adaptarse al nuevo recorrido del pestillo.
Y por último, se debe lubricar el pestillo para asegurar su correcto deslizamiento, como ya te hemos recomendado puedes utilizar un aceite en spray o la técnica casera de un trozo de algodón humedecido con algún aceite provisional.
Forzar la puerta
Algunas puertas no permiten acceso al pestillo desde fuera, y si ese es tu caso y la puerta es de madera, esta técnica pudiera ayudar. Solo necesitas tomar una barreta, también conocida como pata de cabra. Con ella tratarás de crear un espacio entre la puerta y el marco, justo a la altura de la cerradura. Esto con mucho cuidado para no partirla o acarrearle daños mayores.
En ese punto, puedes ingresar una tarjeta plástica o un destornillador y realizar el procedimiento explicado en el método anterior.
Desarmar la cerradura
Si tu cerradura está dañada porque definitivamente se rompió y quedaste con la manija en la mano una vez que la intentaste girar, entonces puede desarmar la cerradura.
Para ello necesitarás un destornillador, además, debes ubicar el funcionamiento del mecanismo, es decir, el elemento interno que mueve el pestillo. Una vez que lo ubiques, introduces el destornillador, que debe ser de pala, y mueves la pieza para liberar el pestillo.
Claro, que si la cerradura tenía llave pasada, entonces tendrás que retirar todos los elementos visibles, incluyendo tornillos y demás para desarmar completamente la cerradura y retirarla.
Es importante entender que si se trata de una puerta principal probablemente necesites sustituir inmediatamente la cerradura dañada, así que lo ideal es tener a la mano una nueva, preferiblemente similar a la anterior para que no haya que realizar modificaciones en la puerta y así la restitución sea inmediata.
Además, montar la nueva cerradura será mucho más fácil, pues básicamente harás lo mismo pero en sentido contrario.
No olvides que para evitar daños en las cerraduras, lo ideal es hacerles un mantenimiento periódico. La limpieza, lubricación y ajuste pueden prevenir posibles obstrucciones en su funcionamiento.
