Cómo abrir una puerta de aluminio

Manual Cerrajero
Manual Cerrajero

Cómo abrir una puerta de aluminio

El aluminio es uno de los materiales, que, junto con la madera, es muy usado para elaborar puertas. Y es que por ser un material de fácil manipulación permite hacer distintos diseños y modelos de puertas de aluminio. Por eso no es de sorprender que sea uno de los materiales idóneos para elaborar puertas principales. Pero no solo eso, también son las favoritas porque tienen un buen nivel de seguridad.

Ahora bien, si las puertas de aluminio son tan seguras, ¿cómo podemos abrirlas si extraviamos la llave o si se nos rompe dentro de la cerradura? Este es uno de los grandes dilemas, sobre todo si se trata de una puerta principal que no debemos derribar usando la fuerza, por ejemplo.

Entonces, ¿cómo abrir una puerta de aluminio? Sigue leyendo que en las próximas líneas te detallamos algunos de los métodos más comunes que te permitirán abrir tu puerta.

Abriendo con un cuchillo

Las cerraduras cuentan con un dispositivo que se encarga de cerrar o abrir la puerta mediante el movimiento de una pieza llamada pestillo. En su posición inactiva este sistema se encuentra cerrado, mientras que al sacar la última vuelta de la cerradura y volver a girar, o al girar la manilla (si es que posee una), el sistema pasará a posición de abierto.

El movimiento que realiza la pieza llamada pestillo es lo que aprovecharemos para poder abrir la puerta. Para eso implementamos el uso de un cuchillo, preferiblemente puntiagudo.

El pestillo se encuentra ubicado en el extremo por donde abrimos la puerta; en la ranura que se crea entre el marco y la puerta cuando esta última está cerrada.

Su ubicación exacta depende de la configuración de la cerradura, no obstante, lo común es que se encuentre en la dirección donde se halla el cilindro o, en tal caso, la manilla. Mientras que en otras cerraduras se ubica por encima del cilindro.

  1. Lo que vamos a hacer es localizar la posición del pestillo y una vez lo tengamos, introducimos el cuchillo por la ranura que hemos mencionado anteriormente, empujando el pestillo con la punta del cuchillo.
  2. Con la otra mano empujaremos la puerta para lograr que la punta del cuchillo logre mover el pestillo, haciendo que este retroceda y deje la puerta libre.
  3. También podemos realizar un movimiento de palanca mientras empujamos el pestillo para facilitar el trabajo.

El movimiento de palanca consiste en inclinar el cuchillo al lado contrario del pestillo, favoreciendo que este se introduzca en la cerradura y abra la puerta.

Eliminando las bisagras

Una de las medidas que podemos tomar para abrir una puerta de aluminio es la de retirar las bisagras. Pero para que esta operación pueda ser realizada, debemos tener acceso a la zona de las bisagras que por lo general es en el interior del espacio donde está colocada la puerta.

La parte negativa de esta técnica es que al retirar las bisagras estaríamos quitando la puerta en la totalidad, dejando desprotegido el espacio interior. De manera que, si la puerta que estamos tratando de abrir es una puerta principal, debemos en la medida de lo posible, reparar la falla y reinstalarla. A menos que estemos en un lugar cuya seguridad nos permita tomarnos un tiempo.

Si las bisagras cuentan con pernos desajustables, procederemos a sacarlos. Para esto necesitamos un martillo y un destornillador punta plana.

  1. Comenzaremos con el primer perno de arriba hacia abajo, bajando al inmediato inferior cuando hayamos terminado con ese. Sacamos un poco los pernos golpeándolos con el martillo por la cabeza, de abajo hacia arriba, hasta lograr introducir la punta plana del destornillador por debajo de la cabeza.
  2. Lo siguiente es realizar un movimiento de palanca que permita que los pernos salgan de su posición un poco más.
  3. Ya cuando han sido levantados lo suficiente, los retiramos con la mano.

Si se dificulta sacar los pernos y las bisagras están ajustadas con tornillos, procedemos a retirarlos desprendiendo completamente las bisagras, para ello puedes utilizar un destornillador manual, aunque esta labor es más fácil si usas un taladro como destornillador.

Si te encuentras ante bisagras soldadas, puedes pasar a la siguiente técnica o romper los puntos de soldadura con un cincel y un martillo.

Perforando la cerradura con un taladro

Esta técnica nos muestra una solución destructiva, porque lo que haremos con el taladro será dañar el mecanismo interno de la cerradura para que, de esta manera, libere el sistema que manipula al pestillo y nos deje abrir la puerta.

Entonces usamos un taladro, debe ser uno con la suficiente fuerza como para perforar la cerradura, con una broca resistente que, además, debe ser del tamaño del ojo de la cerradura o un poco menor.

  1. Colocamos la broca bien apretada, asegurándonos de que esta no se suelte durante el proceso.
  2. Al principio debemos perforar con cuidado para que la broca no se mueva. Una vez empecemos a taladrar con firmeza y se tranque la broca, paramos y volvemos a taladrar, pues si continuamos, podemos dañar tanto la broca como el taladro.
  3. Una vez que hayamos taladrado por completo, nos queda introducir un destornillador por el agujero que hemos creado, lo giramos para poder mover el mecanismo interno y lograr que el pestillo se retire de su posición. Así tendremos la puerta abierta.

Algunas cerraduras tienen el mecanismo interno un poco más abajo de la posición del cilindro o del ojo de la cerradura. En estos casos debemos taladrar a unos dos dedos aproximadamente por debajo o por encima de dicho orificio. Según corresponda, para poder hacerle daño al mecanismo interno.

Una vez que hemos hecho la perforación, introducimos el destornillador para hacer mover el mecanismo y liberar la puerta.

Recomendaciones:

  • Toma las medidas de seguridad necesarias para proteger tu integridad física. Recuerda que las herramientas expuestas pueden causar lesiones.
  • No uses estas técnicas para cometer actos delictivos. Los mismos pueden llevarte a la cárcel.
  • Si no te sientes en la capacidad de realizar estas técnicas, y tienes dinero suficiente, entonces llama a un cerrajero, son profesionales y abrirán tu puerta antes de lo que imaginas.