Como abrir una puerta interior cerrada

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Como abrir una puerta interior cerrada

Las puertas de tu casa pueden llegar a convertirse en un dolor de cabeza en cualquier momento, imagina que uno de tus niños se encerró en el baño o en su habitación, o que la puerta de la cocina se haya atascado sin motivo aparente, o que la puerta trasera haya sufrido daños en la cerradura dejándola inutilizable.

En este artículo veremos diversos métodos y trucos para lograr abrir una puerta interior que te serán muy útiles para lograr acceder a lugares cerrados de tu hogar ocasionando la menor cantidad de daños posibles.

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Fabricar ganzúas con objetos de la casa

Puedes fabricar un juego de ganzúas empleando objetos cotidianos del hogar. Puedes coger horquillas para el cabello, las cuales son la mejor opción, pero además puedes emplear sujetapapeles que sean resistentes o cualquier pedazo de alambre rígido.

Para fabricar una ganzúa deberás abrir una horquilla o desdoblar un sujetapapeles hasta que quede como una vara recta. Una vez la tengas en este modo, dobla la punta de la vara en un ángulo de 20 grados.

Una vez tengas la primera ganzúa procede a fabricar una llave de tensión. Coge otra horquilla de pelo o desdobla otro sujetapapeles y dóblalo para obtener un objeto en forma de “L” esta llave de tensión deberá ser muy fuerte y resistente por lo que deberás empelar una horquilla para el cabello o un sujetapapeles rígido y resistente.

También puedes emplear, como llave de tensión, un destornillador con cabeza plana o algún objeto de igual proporción que encaje a la perfección en la sección inferior del ojo de la cerradura.

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Ya tienes la llave de tensión y la ganzúa fabricada con objetos cotidianos. Ahora para abrir una puerta interior deberás forzar la cerradura empleándolas.

Lo primero es introducir la llave de tensión, o el destornillador, en la parte inferior de la cerradura y darle vuela en la dirección que normalmente tomaría la llave para abrirla. Mientras haces esto aplicas tensión sobre la cerradura.

Deberás mantener esta tensión durante todo el proceso. Procede a mover la ganzúa con suavidad dentro de la sección superior del ojo de la cerradura efectuando un movimiento hacia arriba y hacia abajo.

Irás escuchando una serie de chasquidos a medida que vayas levantando los pernos de la cerradura. Una vez hayas levantado todos los pernos exitosamente. Con la llave de tensión podrás girar con libertad y podrás abrir la puerta.

Consejos sobre este método

Puedes emplear este truco para forzar la mayoría de cerraduras en poco tiempo, pero se trata de un método que toma un poco de práctica. Si comienzas a frustrarte, lo mejor que puedes hacer es tomar un poco de aire y volver a comenzar.

Dominando este truco podrás emplearlo para abrir cerrojos de seguridad y candados, pero procura emplearlo solo en tu propiedad o con permiso de los propietarios, la invasión de morada es un delito que deberás pagar.

Ligado al punto anterior, forzar cerraduras de esta manera suele levantar muchas sospechas, si algún vecino te ve haciéndolo lo más probable es que termine llamando a la policía. Si te encuentras solo, puedes avisar a algún vecino lo que estás a punto de hacer y comenzar a prepararte para explicarle a la policía que estas forzando tu propia cerradura.

Utiliza la fuerza bruta

Antes de comenzar con este método no está de más recordar un par de datos, esta clase de métodos solo debes usarlos en caso de no tener más opciones o en casos de emergencia. Lo mejor es llamar a un cerrajero antes de recurrir a este tipo de acciones, pero si se trata de una situación de urgencia tendrás que llevarlos a cabo.

Nunca intentes abrir una puerta con el hombro, haciendo eso solo lograrás lesionarte y la puerta no se abrirá, la vida real no es una película de Hollywood. Teniendo esto en cuenta procederemos a explicar cómo usar la fuerza para abrir una puerta interior.

El método de la patada

Este es un método muy intrusivo para abrir una puerta, una vez que no hayas conseguido abrir la puerta por otros medios podrás proceder a emplear un poco de fuerza desmedida.

Lo que deberás hacer será asestarle una patada contundente y precisa dirigida a la altura de la cerradura. Si no es suficiente con una, prueba asestando un par de patadas más. Si se tarda más de lo esperado puede ser que tu puerta este reforzada, patéala tomando algunos descansos para que tus patadas no pierdan contundencia.

Utiliza un ariete

Si te encuentras en alguna situación tal que más factible para ti utilizar un ariete que llamar a un cerrajero puedes fabricar uno utilizando un martinete manual de construcción, esos que se utilizan para incrustar postes eléctricos en el suelo.

Ve y compra un martinete manual de construcción, asegúrate que sea medianamente largo y que cuente con asas lo suficientemente largas a ambos lados. Una vez lo tengas procede a llenarlo parcial o completamente de cemento, asegúrate de que el cemento se haya secado por completo antes de emplear el martinete.

Una vez tengas el ariete listo comienza a golpear la puerta empleando un lanzamiento lateral. Intenta dirigir el golpe al mecanismo de cierre. Deberás empujar el martinete hacia atrás con las dos manos parándote de manera perpendicular a la entrada.

Después de adoptar esta posición, inclínate hacia adelante y aséstale un golpe a la puerta con el martinete. Solo harán falta un par de golpes para que la puerta ceda y puedas pasar.

Desventajas de utilizar la fuerza

Estamos ante un método que puede llegar a comprometer tu integridad física, nada más hace falta que emplees un mal movimiento o tengas un fallo de cálculo para tener un accidente que perjudique tu salud.

Además, lo más seguro es que el marco de la puerta, la cerradura e incluso la misma puerta terminen arruinados así que prepárate para reemplazarlos.

Es un método que requerirá mucho esfuerzo, no cualquiera puede llevarlo a cabo sin sufrir alguna lesión o molestia.

Debido a todo esto, deberás tenerlo en cuenta solo como último recurso y en caso de emergencia, antes de realizarlo lo mejor es pensar en llamar a un cerrajero.

Para finalizar, no está de más recordar que quedar encerrado en un baño puede ser catalogado como una emergencia. Si uno de tus niños se encuentra en esta situación comienza lo antes posible a intentar abrir la puerta. Por todos los medios posibles, si no funciona recurre a los números de emergencia locales.