Cómo abrir una puerta si tiene seguro por dentro

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Cómo abrir una puerta si tiene seguro por dentro

Quedarse fuera de la habitación porque hemos salido y se ha quedado el seguro activado no resulta ser un tema muy agradable, ni mucho menos gracioso.

Aun así, este escenario no debe preocuparnos tanto pues existen muchas maneras de cómo abrir una puerta si tiene seguro por dentro. Por eso, hemos preparado una lista de métodos con los que puedes abrir la puerta que te está impidiendo el paso.

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Usando una llave parecida

Si tenemos un llavero a la mano o contamos con un juego de llaves viejas, podemos buscar entre estas una llave que funcione con la cerradura de nuestra puerta. No es tan fácil que esto ocurra, pero algunas llaves tienen diferencias mínimas entre sus dientes o sierras, lo que permite que una llave de una cerradura distinta coincida.

Podemos empezar a probar las que creamos que pueden pasar por el ojo de la cerradura. Si conseguimos alguna que calce, pero no gire, nos ayudamos con un martillo golpeando repetidas veces sobre la llave para que esta entre de manera completa.

Cuando hayamos logrado esto, el siguiente paso es girar hacia la izquierda y hacia la derecha la llave, hasta lograr forzar la cerradura y sacar el seguro. En el caso de que no logremos abrir la puerta, podemos golpear nuevamente la llave para que este encaje bien o podemos probar con otra.

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Usando una botella plástica

El pestillo es una pieza metálica que forma parte del mecanismo de la cerradura. Para aclarar, la cerradura contiene un sistema en su interior que permite que el pestillo sea accionado al ejecutar mecanismo, es decir, al girar el pomo de la cerradura.

Esta acción permitirá a la cerradura cerrar la puerta cuando el pestillo esté fuera y abrirla cuando el pestillo este dentro del sistema.

Entendiendo esto, vamos a utilizar una botella plástica para mover el pestillo y poder abrir la puerta. Pero antes de intentar cualquier acción, debemos cortar un pedazo con una tijera. El pedazo que cortemos debe tener forma triangular, de unos 7 a 8 centímetros de altura aproximadamente. Es muy importante que el extremo del triángulo sea puntiagudo.

Vamos con el procedimiento:

  1. Será necesario saber la posición del pestillo, en caso contrario insertamos el extremo puntiagudo del plástico que hemos cortado, una cuarta por encima del pomo de la cerradura e iremos bajando el triángulo de plástico hasta conseguir el pestillo.
  2. Ahora, haciendo contacto con el pestillo, sacamos un poco el pedazo de plástico y lo insertamos realizando presión. Nuestro cuerpo debe estar apoyado.
  3. Mientras realizamos esto debemos hacer dos movimientos de manera constante: empujar nuestro cuerpo contra la puerta y girar la manilla.
  4. Tanto los movimientos anteriores como la acción con el pedazo de plástico las realizamos repetidamente hasta que la punta del triángulo logre mover el pestillo y estará abierta la puerta.

Con pasador de cabello

La siguiente aplicación es muy sencilla y puede ser realizada con un pasador o gancho para el cabello. Debemos aclarar que es una técnica que puede ser aplicada solo en cerraduras de pomo simple, pues esta posee un mecanismo que fácilmente es forzado.

La mayoría de los pasadores tienen las puntas protegidas por un plástico o una goma que debemos retirar, para evitar que se incruste en la cerradura y la trabe, o que simplemente nos impida una libre manipulación.

Para retirar la goma podemos usar una pinza o alicate. Simplemente necesitamos presionar esas puntas, aplicamos fuerza y halamos. Es obligatorio extraer el plástico de ambas puntas. Posteriormente introducimos el pasador de cabellos por el ojo de la cerradura con sus dos puntas hacia adelante lo más profundo que podamos.

Lo siguiente es girar el pasador de cabello en sentido del movimiento de las agujas del reloj. Al tiempo que hacemos este movimiento, giramos la manilla en la misma dirección mencionada, para así lograr que el mecanismo se mueva y abra la puerta.

Con un cuchillo para mantequilla

¿Quién no se ha comido un pan con mantequilla untada con uno de estos cuchillos? Los cuchillos para mantequilla también son conocidos como cuchillos de untar. Son utensilios comunes en las mesas de cada hogar.

Aunque es aplicable a cerradura de pomo simple, uno de los procesos que podemos implementar es forzar la cerradura al introducir la punta del cuchillo por el ojo de la cerradura, empujando este con fuerza para luego girarlo en dirección de las agujas del reloj.

Otra forma en la que podemos usar un cuchillo de untar para abrir una cerradura es usando la punta del cuchillo para mover el pestillo. Es crucial es este punto el aspecto del cuchillo pues este tipo de cuchillo es macizo y rígido.

El procedimiento de este método empieza al introducir la punta del cuchillo por el espacio que se encuentra entre la puerta y el marco. Posamos la punta del chuchillo sobre el pestillo y aplicamos fuerza sobre el para lograr moverlo, sin dejar de girar la manilla para poder recoger el pestillo y abrir la cerradura definitivamente.

Con un empujón

Una forma violenta en la que podemos abrir una cerradura es mediante una patada fuerte y bien ubicada. Antes de poner el método en práctica, debemos tomar en cuenta que tanto la puerta como nosotros podemos resultar lastimados si aplicamos demasiada fuerza o aplicamos el método de manera incorrecta.

Con respecto a la fuerza a implementar podemos decir que debe ser un golpe contundente y debe estar centrado justo por debajo de la cerradura, por lo que debemos apuntar y tomar el impulso necesario para dar la mejor de nuestras patadas.

Otra estrategia es la de dar patadas repetitivas justo por debajo de la cerradura mientras vamos aumentando la intensidad. Con una buena implementación tras la segunda patada la puerta estará abierta.

Otra forma violenta que podamos aplicar es la de empujar la puerta con nuestro hombro, aquí debemos tomar un impulso mayor y lanzar nuestro cuerpo contra la puerta, golpeando justo antes de la cerradura hasta que logremos abrir. Pero esta nos puede traer un daño físico. Lo mejor es evitarlo.