MÉTODOS DE CÓMO ABRIR UNA CERRADURA BLINDADA
Cómo abrir una cerradura blindada
Si en estos momentos te estás preguntando cómo abrir una cerradura blindada y piensas que por ser blindada jamás podrás abrirla, déjame decirte que no estás en lo cierto que todo tipo de cerradura puede forzarse. Es decir, abrirse sin necesidad de contar con la llave. Nadie nace aprendido, por esta razón acceder a la buena información es un factor fundamental para el éxito de lo que deseamos emprender.
No solo el conocimiento es factor fundamental para el éxito al aplicar cualquier método, otro factor esencial es contar con las herramientas necesarias para la ejecución de cada técnica. Por esto es necesario contar con la información correcta y si sumamos cumplir con las recomendaciones, se puede lograr el mejor de los resultados.
La vida es una suma de experiencias, de manera que si no puedes abrir tu cerradura blindada, ya sea porque perdimos la llave o alguien más la extravió, podemos asegurarte que desde las siguientes líneas tendrás una experiencia enriquecedora.
Debemos tomar en cuenta
- Las puertas blindadas poseen más de una cerradura, por lo que si alguna tiene llave pasada, posiblemente tendremos que aplicar varias veces la misma técnica o combinar varias de estas para poder abrirla. Esto definitivamente complica el procedimiento.
- Ciertas técnicas se aplican solo cuando la cerradura no tiene la llave pasada. (Radiografía)
- Queda bajo tu responsabilidad la aplicación de estos métodos, debido a que si piensas aplicarlos en una propiedad ajena sin previa autorización, seguro que tendrás ciertos problemas con la ley.
Mediante una llave bumping
Una llave bumping es una llave maestra usada para abrir varios tipos de cerraduras. Poseen una estructura simétrica o estándar, en la que las hendiduras o dientes presentan un tamaño medio, los cuales permiten que al introducir la llave en la cerradura se nivelen los pistones internos y así desactivar el mecanismo de seguridad.
Las llaves bumping pueden adquirirse en tiendas web o en ferreterías especializadas.
Aplicación
- Tomamos la llave bumping y la introducimos en el ojo de la cerradura. Esta debe ingresar sin dificultad, en caso contrario, debemos buscar una que sí lo haga.
- Si todo va bien notaremos que al intentar girar la llave bumping no podemos porque esta no lo hace de manera completa, esto es normal. Pero para hacerla girar debemos antes empujarla ayudándonos con un martillo, golpeando ligeramente la llave para que los pistones internos cedan y puedan nivelarse.
- Si continúa estando atascada, golpeamos nuevamente y volvemos a girar la llave, hasta que logre abrir la cerradura.
Si no hemos conseguido una llave bumping o no entra en nuestro presupuesto comprar una, podemos elaborarla. Para ello necesitamos una llave virgen, de esas que usan para sacar copias a llaves.
Tomamos una lima para ir limando la llave virgen hasta moldear ajustando los dientes al mismo nivel y adaptándola a la cerradura, de manera que podamos usarla como una bumping.

Mediante una radiografía
Es una técnica muy sencilla, y ampliamente utilizada. Se trata de implementar una radiografía como herramienta para abrir una cerradura, pero es importante entender que esta técnica solo nos puede ser útil cuando la cerradura no tiene la llave pasada. Si no es así pongamos manos a la acción.
¿Qué tipo de radiografía usaremos? Necesitaremos una radiografía común y corriente. La típica lámina con impresiones de nuestros huesos.
Aplicación
Tomamos la radiografía y cortamos un pedazo con una tijera o con cualquier otro elemento que pueda servirnos. Lo ideal es cortar un pedazo triangular de unos 9 centímetros. Esto lo hacemos para facilitar el manejo de la radiografía al aplicar la técnica.
- Debemos meterlo entre el marco y la puerta, al menos unos cuatro dedos por encima de la cerradura, haciendo presión.
- Poco a poco iremos bajando el pedazo de radiografía sin sacarlo de la ranura. Cuando sentimos que esta se ha atascado es porque en ese lugar se ubica el resbalón, también conocido como pestillo; esa es la pieza móvil que mantiene la puerta cerrada.
- En ese momento, sacaremos solo un poco el pedazo de radiografía para que pueda encajar entre el espacio que hay entre el resbalón y el marco de la puerta. Lo lograremos manteniendo la presión ejercida sobre el pedazo de radiografía.
- Una vez lo logremos giramos la manija hacia su posición de abierto.
Sacando las bisagras
¿Y qué hacemos si estamos dentro de la habitación? Es muy importante saberlo, porque si estamos dentro y con la llave pasada, sin contar con la llave para abrir y, además, la técnica de la radiografía no es válida por esta parte de la puerta, se debe implementar una técnica alternativa, en este caso sacamos las bisagras.
Aplicación
Aquí no se trata de abrir la cerradura directamente, pero sí nos ayudará a salir de la habitación. Para aplicarlo necesitaremos un martillo y un cuchillo o cualquier objeto filoso.
- Tomamos el martillo y nos ubicamos frente a la puerta (recordando que estamos dentro de la habitación).
- En la zona opuesta al lugar donde se encuentra la cerradura, encontraremos las bisagras así que tomaremos el cuchillo e iremos levantando los pernos, comenzando desde la bisagra más alta.
- Lo haremos colocando el cuchillo debajo de la cabeza del perno y con un movimiento de palanca iremos llevándolo hasta que creamos que es suficiente.
- Ahora con el martillo iremos golpeando la cabeza del perno con un movimiento de abajo hacia arriba hasta lograr sacarlo por completo.
- Posteriormente continuamos con el siguiente perno, las puertas comúnmente poseen tres bisagras así que serán 3 pernos.
- Para terminar solo debemos jalar la puerta hacia nosotros para poder salir. Si se trata de una puerta pesada, debemos hacerlo con cuidado para que la puerta no se caiga sobre nosotros.
Abrir una puerta blindada quizás no resulte tarea fácil, pero aún así esperamos que estas líneas hayan sido de mucha ayuda para ti.
Es importante no olvidar que existen profesionales cuyo trabajo es abrir cualquier tipo de cerradura y hablamos de los cerrajeros; siempre es bueno contar con ellos en las situaciones más difíciles, esas donde nuestra inexperiencia puede ponernos en peligro.
