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Cómo cortar una tarjeta para abrir una puerta
Todos los días se aprenden cosas nuevas, bien sea por voluntad propia o porque una situación o momento difícil nos obliga a hacerlo. Que tengas que abrir una puerta de tu negocio, casa u oficina, y no puedas porque no tienes llaves o está atascada, es uno de esos momentos.
Pero no te preocupes por eso siempre puedes acudir a algunos trucos que te permitirán solventar la situación, por más incómoda que sea. La clave está en no desesperarse y aprender cómo cortar una tarjeta para abrir una puerta, por ejemplo.
Afortunadamente para ti, en este artículo, nosotros te mostraremos como improvisar con ingenio para abrir la puerta.

¿Cuándo es necesario cortar una tarjeta?
Digamos que siempre lo puede ser, porque el corte en las tarjetas se realiza para localizar con facilidad los puntos de enfoque al momento de abrir una puerta. Expertos aseguran que es un buen truco para aquellos que son primerizos en ello, si es tu caso, esta es tu mejor herramienta.
Pasos que debes seguir para cortar una tarjeta
Cuando se realiza cualquier proyecto, es necesario tener presente siempre lo importante que es seguir los pasos a conciencia, ya que el éxito del proyecto depende del procedimiento. Lo mismo ocurre con esto, y por eso te recomendamos que tomes nota de todo.
Para comenzar, tienes que encontrar las herramientas que brindarán el poyo necesario, así como también, hacerte de algunos materiales que pueden ser de uso domestico, lo que son buenas noticias para ti.
- Busca unas tijeras grandes y bastante afiladas. También te puede ser útil una navaja, bisturí o cualquier objeto cortante que puedas tener, sino acude a un amigo que pueda ofrecerte una alternativa.
- Accede a su uso siempre y cuando tengas habilidad para manipularlas con pericia, ya que corres el riesgo de que salga todo mal e incurras en un accidente que te ponga en peligro o dañe el material. ¡No queremos eso!
- Continúas con una tarjeta, por lo general, se recomienda el uso de tarjetas de créditos que ya no se usen, porque si es un bien con utilidad, no podrás recuperarlo una vez lo cortes, así que ten en cuenta estos detalles.
También, si no cuentas con una tarjeta de crédito, puedes sustituirla por una tarjeta preparada o telefónica. Igual debes saber que el uso de tarjetas no es limitativo, pues un plástico es una opción; claro que las características tendrían que ser las mismas: tamaño versátil y con flexibilidad.
- Si tienes marcadores al alcance, sería genial, ya que se puede trazar la forma que buscamos sobre la tarjeta y no corremos tanto riesgo de dañarla. Piensa que es similar a hacer manualidades.
- Entonces, de este modo, buscarás trazar dos líneas en diagonal, pero, que queden opuestas, justo en el centro de la tarjeta. La idea es que se haga una forma de letra V. Si lo prefieres puedes hacer un cuadrado, igual servirá para el propósito que tenemos.
- Con la tijera o navaja se procede a recortar la forma que ya realizamos, manteniendo el cuidado de no afectar los bordes que se van descubriendo. Lo primordial aquí es que quede lo más perfecto que puedas.

Existe un truco que puede garantizar dicha perfección, aunque su implementación es un poco peligrosa, ya que consiste en quemar los bordes recién recortados con un yesquero, para alisar los desperfectos y que quede muy parejo.
Mientras la tarjeta siga blanda, con la ayuda de un trozo de plástico común o de la misma tarjeta, limas esos bordes y listo. Toma todas las precauciones para evitar daños mayores, usa guantes resistentes al calor.
- Luego de haber hecho todo el proceso, se puede decir que ya tienes una tarjeta cortada y lista para ser usada en la labor de abrir una puerta.
Pero es necesario comentarte que esta técnica no puede ser empleada en cualquier tipo de cerradura debido a que algunas son realmente difíciles.
Si con este ruco buscas abrir la puerta con rapidez, lo conseguirás siempre que la cerradura no tenga el seguro puesto, de ser así no funcionará.
Mantén la mente positiva durante el proceso de elaboración, no olvides que lo harás porque necesitas acceder a un espacio determinado con carácter de urgencia y que por ende, como no eres profesional, es la mejor opción.
Cómo abrir la puerta con la tarjeta cortada
Suele suceder que, después de haber cortado la tarjeta, no sepas cómo emplear el método que te llevará a abrir tu puerta. Pero ya lo necesario lo tienes, la tarjeta.
- Tomas la tarjeta y la deslizas por la rendija que hay entre puerta y marco. Desde la parte superior vas bajando la tarjeta lentamente hasta que llegue a estar ubicada por encima de la cerradura.
- Allí buscarás hacer contacto con el resbalón, una pieza que mantiene el cierre entre puerta y marco. Por fortuna, esta tarea será más sencilla de lo que te imaginas, porque como previamente ya cortamos la tarjeta será cuestión de minutos.
- Con el espacio en V o cuadrado, se busca enganchar el resbalón y llevarlo a su sitio original ubicado en la cerradura. Cuando lo consigas, procura mantener una barrera entre el resbalón y el marco, para que este no vuelva a encapsularse.
- Con tu mano libre gira el pomo de la puerta con sentido de apertura. Si no abre, es posible que necesite de otros incentivos, como el de dar unos golpes a la puerta con tu cuerpo. Todo debe ser de manera sincronizada, tomando en cuenta todos los detalles.
En ocasiones el forcejeo aporta lo suyo, con movimientos hacia adelante y hacia atrás, procurando siempre usar la fuerza justa, que no se exceda.
Con todo esto, la puerta será capaz de abrir enseguida. De no ser así no te desesperes, mantén toda la paciencia posible y repite el procedimiento, tal vez te estés saltando algún detalle y está marcando la diferencia en este momento porque este es un procedimiento efectivo que garantiza buenos resultados.